La policía chilena detuvo ayer al menos tres manifestantes durante
los disturbios que protagonizaron detractores y partidarios del
general Augusto Pinochet, que se habían congregado en las
inmediaciones de los Tribunales de Justicia, donde se encuentra el
Tribunal de Apelaciones en el que a las nueve de la noche (hora
española) de ayer comenzó el juicio por el desafuero del ex
dictador.
En las inmediaciones del Palacio de Justicia, unos 400
manifestantes contrarios al senador vitalicio, ondeando banderas
chilenas y pancartas con rostros y nombres de algunos de los 3.000
desaparecidos causados por la dictadura militar, gritan consignas y
esperan el inicio del proceso. En otra esquina, un pequeño grupo de
no más de 20 personas que apoya al ex dictador, aguarda en
silencio.
La policía ha instalado vallas metálicas alrededor del edificio,
al que por ahora sólo tienen acceso los policías, los jueces y
algunos funcionarios judiciales. Después del mediodía, la defensa
del general presentó un escrito ante el Tribunal de Apelaciones,
firmado de puño y letra por Pinochet, en el que autoriza al abogado
Ricardo Rivadeneira a que lo represente en el estrado.
El juicio se abrirá con la presentación de los alegatos, que
durará cerca de dos horas. Después el Tribunal de Apelaciones
decidirá, en primera instancia, si se somete o no a Pinochet a
exámenes médicos para certificar el mal estado de salud que
argumenta la defensa y su familia, única posibilidad que tiene el
general de no tener que enfrentarse a la justicia.
Mientras, Pinochet, que no acudirá a estas audiencias y que ya
tiene en su contra 92 querellas, espera el resultado de los
alegatos en su mansión de Santiago, situada en el sector este de la
capital, acompañado de sus familiares, amigos e integrantes de su
defensa. Estos han afirmado que el ex dictador se encuentra «muy
afectado y deprimido» por la situación.
El inicio de la vista sobre su desafuero como senador, la
aparición de documentos que le vinculan con violaciones a los
derechos humanos y el testimonio de un ex jefe de la DINA estrechan
el cerco judicial en torno a Augusto Pinochet.
Coincidiendo con la vista del desafuero, la revelación de dos
documentos secretos que vinculan al ex dictador a una unidad
antiterrorista y al caso del asesinato del ex canciller Orlando
Letelier, complican su situación jurídica y abren nuevos frentes
procesales en su contra.
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