TW
0
EFE - SANTIAGO La estrategia de la defensa de Augusto Pinochet sufrió ayer un serio revés al abrirse el juicio del desafuero del senador vitalicio en la Corte de Apelaciones de Santiago.

El primer contratiempo para los abogados de Pinochet se produjo cuando el tribunal rechazó la petición de que sea sometido a análisis médicos para certificar que su estado de salud le impide afrontar un proceso penal, aunque la Corte de Apelaciones se reservó el derecho de pronunciarse más adelante sobre este punto.

El otro traspiés de la defensa, encabezada por Ricardo Rivadeneira, es que no pudo estar presente cuando una funcionaria judicial inició ante los magistrados una relación sintetizada de los doce volúmenes que integran el sumario del caso «caravana de la muerte», por el cual se pide el desafuero y procesamiento de Augusto Pinochet.

La primera jornada del juicio de desafuero fue seguida por centenares de partidarios y detractores del general en retiro, que a pesar de la vigilancia policial y de estar separados entre sí unos doscientos metros protagonizaron enfrentamientos aislados que causaron la detención de ocho personas.

La inquietud que el «caso Pinochet» ha sembrado en las Fuerzas Armadas es un «asunto peligroso», afirmaron partidarios y opositores al general retirado consultados, pero nadie cree que la estabilidad democrática de Chile esté en riesgo.