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EFE - FRÀNCFORT/MADRID El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) aumentó ayer en un cuarto de punto, hasta el 3'75 por ciento, los tipos de interés en la eurozona para combatir el riesgo de inflación provocado por el fuerte crecimiento monetario y por la caída del valor exterior de la moneda única. La subida de tipos no ayudó a la cotización de la moneda europea, cuyo cambio oficial se situó en un nuevo mínimo histórico de 0'9163 dólares.

Poco después de conocerse la decisión del BCE, el euro ya había tocado en Fráncfort el tope de los 0'9080 dólares, aunque luego conseguía recuperarse ligeramente tras la publicación de los datos de crecimiento de la economía estadounidense en el primer trimestre, por debajo de lo esperado. En medios financieros ya se preveía, sin embargo, que el tercer incremento en lo que va de año del precio del dinero en la zona euro no ayudaría a fortalecer su moneda, cuya debilidad exterior obedece en mayor medida al diferencial de crecimiento que al de tipos de interés entre la economía de los once y la de Estados Unidos.

El BCE justificó su decisión en su intención de continuar su política de «reaccionar ante los riesgos para la estabilidad de los precios a medio plazo de una manera preventiva», según un comunicado difundido por el banco al término de su reunión de ayer. De esta manera, asegura la entidad, la política monetaria presta la mejor contribución para «garantizar el sostenimiento de la actual fase de fuerte y no inflacionista crecimiento económico» en el área.

El nuevo incremento de los tipos en un cuarto de punto se preveía para antes de finales de mayo, debido a la generosa liquidez en el eurosistema y al fuerte crecimiento de los créditos al sector privado, por encima del 10 por ciento interanual el pasado marzo. La caída del euro ha llevado al BCE a emplear por anticipado el freno de su política monetaria para prevenir los riesgos inflacionistas que la debilidad de la moneda podría acarrear a través del encarecimiento de las importaciones.