Los extranjeros europeos son evacuados por soldados británicos en Sierra Leona para huir del caos que se está apoderando del país.

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CHRISTO JOHNSON/FREETOWN El ataque rebelde coincide con la desaparición del líder del FRU, Foday Sankoh, en paradero desconocido desde que sus guardaespaldas dispararan el lunes sobre una muchedumbre que se manifestaba ante el domicilio del dirigente guerrillero en esta capital. Según el testimonio de la población civil refugiada en Freetown, el avance rebelde se produjo después de que los milicianos del FRU superaran la resistencia de los soldados gubernamentales en Rogbere, un cruce de caminos en la región central del país.

De acuerdo con la misma versión, la avanzadilla de los guerrilleros se encontraría en la localidad de Masiaka, a unos 60 kilómetros de Freetown y bajo control de las tropas leales al presidente Ahmed Tejan Kabbah. El viceministro sierraleonés de Defensa, Hinga Norman, anunció que el Gobierno ha enviado a la zona un contingente de refuerzo para tratar de detener a los rebeldes.

Anoche, portavoces militares informaron de que el líder del FRU, Foday Sankoh, se encuentra «bajo protección» en la sede central de las Fuerzas Armadas en la capital del país. Las fuentes precisaron que, «para su seguridad», soldados gubernamentales se llevaron el lunes a Sankoh cuando los participantes en una manifestación trataron de penetrar en la residencia del líder rebelde en esta capital. La ofensiva ha provocado la huida de cientos de pobladores del área, que comenzaban a llegar ayer a Calaba Town, barrio oriental de Freetown y donde está situado el primer puesto de control del núcleo urbano. Buscan llegar hasta a Guinea-Conacry.

De acuerdo con fuentes diplomáticas, la incursión rebelde podría estar relacionada con la desaparición de Sankoh. Según fuentes hospitalarias, al menos dieciseís personas murieron por los disparos de los escoltas del líder guerrillero, que no pudieron evitar que los manifestantes, que reclamaban a Sankoh el cese de los combates, penetraran y saquearan la vivienda.

El suceso es uno más de la escalada de miedo y confusión que reina en Freetown desde el secuestro hace una semana de 500 cascos azules y empleados de la ONU por parte del FRU, que continúa afirmando que los retenidos no se encuentran en su poder. Soldados gubernamentales y milicianos kamajors o cazadores tradicionales que apoyan a Tejan Kabbah patrullan por las calles de la capital, donde se ha extendido el temor de que los rebeldes penetren en la ciudad y cometan las atrocidades que perpetraron en su anterior ofensiva, en enero de 1999.