El acuerdo alcanzado ayer, viernes, en Pekín entre la Unión Europea
y China para el ingreso de este último país en la Organización
Mundial del Comercio (OMC) no significa una entrada inmediata para
los chinos que deberán esperar quizás hasta principios de invierno.
El acuerdo con la UE supone superar uno de los escollos más
difíciles que hasta ahora había en las negociaciones que China ha
mantenido durante los últimos catorce años, pero aún faltan
acuerdos similares con otros cinco países: Costa Rica, Ecuador,
México, Guatemala y Suiza.
Cada uno de estos países tiene un interés particular en lograr
un acceso al mercado chino para sus productos o, como en el caso de
Costa Rica, un obstáculo más bien político porque el gobierno de
San José aún no reconoce a Taiwán.
Para finales de junio está prevista una nueva ronda de
negociaciones entre China y estos cinco países, en Ginebra, con el
fin de completar la lista de acuerdos con todos y cada uno de los
actuales 136 miembros de la OMC.
Aunque por ahora no se conocen con exactitud los detalles del
acuerdo alcanzado en Pekín, el secreto durará poco ya que la OMC
exige una transparencia total con respecto a los compromisos
adquiridos por un país en su proceso de negociación.
Es más, estos compromisos y los plazos de su aplicación
figurarán con todo lujo de detalles en los documentos que formarán
el protocolo de adhesión de China a la OMC el día que se firme.
Cualquier concesión hecha a un país por lo que respecta al
acceso al mercado, porcentaje de participación en él, plazo de
cualquier posible periodo de transición, etc, se extenderá
automáticamente a todos los demás países miembros aunque sea
superior a la negociada y pactada con ellos.
La entrada a la OMC obligará a China a una importante apertura
de sus mercados y a unas prácticas comerciales y económicas nuevas
en las que no valdrán normas secretas, actitudes monopolísticas o
discriminatorias ni medidas políticas como ha sido la norma hasta
ahora.
Si China quiere ser, como ha prometido, un «buen alumno» de la
OMC deberá someterse a la rígida disciplina y escrutinio del Organo
de Solución de Disputas donde los países miembros plantean sus
desacuerdos a la luz de sus propios compromisos y las normas de la
organización.
China, por su parte, tendrá acceso a los mercados mundiales sin
aranceles proteccionistas ni restricciones políticas y en los
plazos y condiciones pactadas en estas negociaciones.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.