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EFE - JERUSALÉN El primer ministro de Israel, Ehud Barak, afirmó ayer en el acto oficial que cerró las celebraciones del 33 aniversario de la conquista y anexión de Jerusalén por parte de su país, que esta ciudad jamás dejará de estar bajo soberanía israelí. «Sólo quien no entiende la profundidad de la relación espiritual absoluta del pueblo judío con Jerusalén, sólo quien está del todo desligado del legado histórico y alienado de la fe y la esperanza de generaciones es capaz de concebir que el Estado de Israel renuncie a parte de esta ciudad», dijo el laborista Barak.

Mientras, sus representantes negociaban con los palestinos anoche, entre otros asuntos, el futuro político de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este, territorios en los que aquellos aspiran a establecer su futuro Estado independiente.

En un nuevo intento de dinamizar el proceso de paz en Oriente Medio, el presidente estadounidense, Bill Clinton, anunció un viaje a la zona de la secretaria de Estado, Madeleine Albright, y dijo que los palestinos e israelíes deberán sacrificarse para alcanzar la paz. Clinton se reunió ayer con el primer ministro israelí, Ehud Barak, quien realizó un viaje relámpago a Lisboa para entrevistarse con el presidente norteamericano. Horas después Barak pronunciaba sus contundentes palabras en Jerusalén.