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EFE - FEIRA (PORTUGAL) Austria podría quedarse sola en su postura de bloqueo a un acuerdo sobre la armonización fiscal del ahorro en la UE que pondría fin al secreto bancario, ya que Luxemburgo podría sumarse al acuerdo, informaron ayer fuentes comunitarias. El ministro español de Exteriores, Josep Piqué, informó de que los jefes de Estado y de Gobierno han instado a los ministros de Finanzas a que sigan negociando «para intentar llegar a un acuerdo, aunque suponga muchísimas horas». Sin embargo, Austria rechaza un compromiso que en su formulación actual le obligaría a abolir en un plazo máximo de siete años sus leyes de secreto bancario.

Viena discute el propio principio de una armonización de la fiscalidad del ahorro basada, a largo plazo, exclusivamente en un sistema de información mutua entre las haciendas de los Quince. Esa fórmula obligaría a Austria a modificar su Constitución. El ministro austriaco de Finanzas, Karl-Heinz Grasser, afirmó ayer que «no habrá compromiso, si no se acepta el modelo de coexistencia o no se nos da la posibilidad de una exención para Austria». La posibilidad de una exención austriaca ha sido completamente rechazada por el resto de los países comunitarios.

Por el contrario, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Junker, parece dispuesto a aceptar un compromiso si se flexibilizan algunas de las condiciones del futuro acuerdo. Luxemburgo quiere que se le conceda un plazo superior a los siete años que menciona la propuesta y aplicar durante ese tiempo una retención en la fuente sobre los rendimientos del ahorro de los no residentes inferior al 20%.

A cambio de una rebaja en el porcentaje del impuesto, el Gran Ducado aceptaría una de las demandas españolas durante la negociación: que los ingresos por esa tasa reviertan en parte en la hacienda del país de origen del inversor.