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WANDA RUDICH - VIENA La OPEP decidió ayer la segunda subida en lo que va de año, en medio de las presiones de los países consumidores para hacer bajar los precios del petróleo, tras el aumento de la oferta que pactó a finales de marzo pasado, de 1'6 millones de barriles diarios (b/d). Pero el impacto de esa medida sobre los precios del crudo, que bajaron en abril hasta casi 20 dólares el barril, volvieron este mes a los niveles más altos de la década que se habían registrado ya a principios de marzo, alcanzando los 34 dólares el barril.

Los dos acuerdos de este año representan un aumento total de 2'3 millones de barriles diarios, con lo cual el cártel vuelve al nivel de producción que tenía en marzo de 1999, antes de adoptar el recorte con el que los productores lograron salir de la crisis de finales de 1997. La producción total de 25.400.000 barriles diarios, adoptada ayer por Argelia, Indonesia, Irán, Kuwait, Libia, Nigeria, Arabia Saudí, Emiratos Arabes Unidos (EAU) y Venezuela, supera incluso a la de 1997, cuando las cuotas de los miembros sumaban 25.090.000 barriles diarios.

En la declaración final de la reunión, los ministros subrayaron su esperanza de que, al tiempo que «la organización ha dado este paso en reconocimiento de su responsabilidad para contribuir a la estabilidad y moderación del mercado, expresa también su esperanza de recibir una respuesta apropiada de los países consumidores». En especial, la declaración de la OPEP se refiere a aquellos países de «Europa Occidental» que cargan con impuestos excesivamente altos los productos del petróleo, con tasas muchas veces superiores al 70 por ciento», y que son, en opinión de los productores, la principal causa de los altos precios de la gasolina en la actualidad. Rodríguez, por su parte, insistió en que «el principal objetivo de la OPEP es estabilizar los mercados. La OPEP hace su esfuerzo, pero los gobiernos de Europa y EEUU deben hacer también el suyo».