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EFE - HARARE Los zimbabuos afluyeron ayer de manera masiva a las urnas en la primera jornada de las elecciones legislativas más cruciales de la historia de su país y que, según todo parece indicar, tendrán un alto índice de participación. Largas filas de cientos de personas esperaban desde primera hora de la mañana ante los colegios electorales para depositar su sufragio pese a la violencia desplegada por partidarios del gobierno con el propósito de amedrentar a los votantes.

Hombres y mujeres de la mayoría de raza negra y la minoría de raza blanca se congregaban ante los centros de votación de esta capital y de las zonas rurales de sus alrededores, en calma y sin que se produjeran incidentes de gravedad. La mayor parte de los electores se mostraban muy recelosos sobre la opción política por la que iban a votar y muchos de ellos evitaban hablar a la prensa. De acuerdo con observadores locales, el aparente alto índice de afluencia favorecería a la oposición, aglutinada en torno al Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) y que por primera vez podría romper el monopolio de poder de Mugabe y su partido. Una tasa del treinta por ciento fue la media de participación en las citas a las urnas realizadas durante la última década, marcadas por la indiferencia y que permitieron al presidente y a su formación conservar el poder absoluto que detentan desde la independencia de Gran Bretaña, en 1980.

La votación proseguirá hoy y hasta que concluya no se podrá valorar con exactitud la concurrencia, pese a que los primeros indicios hacen suponer una afluencia en masa de los algo más de cinco millones de electores. Varios observadores zimbabuos encargados de vigilar que no se produzcan fraudes en las elecciones aseguraron haber sido expulsados de colegios electorales situados en barrios de Hararebajoi pretexto de que no habían sido acreditados.