El ex canciller Helmut Kohl demostró ayer ser un perfecto estratega
y en su primera declaración ante la comisión parlamentaria que
investiga las irregularidades durante su Gobierno se guió por el
lema de que la mejor defensa es el ataque. Con temple seguro, el
veterano político abrió una declaración de casi una hora y media
con un duro ataque a la comisión parlamentaria, a la prensa y a
todos los partidos que han querido empañar sus dieciséis años de
buena gestión con «calumnias» y «campañas difamatorias».
«En los últimos meses se han utilizado todos los medios posibles
para tramar un escándalo en torno a mi persona», dijo el ex
canciller, para quien el hecho de haber sido convocado a
testimoniar, siete meses después de que se constituyera la
comisión, no es más que otra prueba de que se quiere derrumbar su
imagen. En todo ese plazo, ha habido tiempo para lanzar «mentiras»
periodísticas, «cuyo único objetivo es criminalizarme», atacó Kohl
a la prensa y a la comisión por haber permitido que eso
ocurriera.
La comisión parlamentaria interrumpió ayer, horas antes de lo
previsto, la sesión de preguntas al ex canciller, al producirse un
enfrentamiento entre sus miembros. La pelea surgió después de que
los representantes socialdemócratas y verdes pudieran constatar que
miembros cristianodemócratas de la comisión se habían reunido con
Kohl en vísperas de cada sesión, actuación que calificaron de
altamente irregular. «Esto demuestra que Kohl sigue intentando
tirar de los hilos», dijo el verde Christian Stroebele tras
suspenderse la sesión. Stroebele propuso que la CDU releve a sus
miembros en la comisión, para acabar con una «situación que viola
todas las reglas y que mina el trabajo de la comisión».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.