Asher Zadmehr, condenado a trece años de prisión, durante una de las sesiones del juicio por espionaje celebrado en Teherán.

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AGENCIAS - TEHERÀN/PARÍS En un comunicado divulgado por la Presidencia de la UE, asumida ayer por Francia hasta fin de año, los Quince expresan también su «decepción» porque el juicio se haya celebrado a puerta cerrada, a pesar de los compromisos dados por las autoridades iraníes».

«Lo peor se ha evitado, pues no se ha dictado ninguna pena capital», declaró Jospin a preguntas de la prensa a su llegada a una reunión de jóvenes socialistas europeos en Nogent-sur-Marne. Pero «no podemos aceptar la naturaleza de ese veredicto», agregó el socialista Jospin. El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, expresó su decepción por la decisión del Gobierno de Irán de felicitarse por las condenas y pidió que «cambie las sentencias injustas». «Estoy profundamente preocupado por los veredictos dictados en el juicio contra los judíos iraníes acusados de espionaje», dijo Clinton, quien afirmó que, «de nuevo, el Gobierno de Irán ha fracasado en actuar como una sociedad basada en el Estado de Derecho, como los iraníes aspiran».

El Gobierno de Irán se felicitó por el veredicto, y consideró que demuestra el fracaso de la «campaña de propaganda y presión del régimen sionista». Esta posición fue expresada por el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Hamid Reza Asefi, poco después de conocerse la sentencia del tribunal revolucionario encargado del caso, que condenó a diez judíos a latigazos, pago de multas y penas de cárcel que oscilan entre los cuatro y los trece años, mientras los tres judios restantes fueron absueltos. El tribunal revolucionario encargado del caso decidió absolver también a otros dos musulmanes iraníes, según declaró Ali Amiri, el jefe del Departamento de justicia de la provincia de Fars, donde se desarrolló el juicio.