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EFE - THURMONT (EE UU) Las «serias e intensas» negociaciones de Camp David (Maryland) para una paz permanente en Oriente Medio podrían entrar ayer, domingo, en su recta final, tras el regreso del presidente de EE UU, Bill Clinton, quien considera que «no hay tiempo que perder», según fuentes de Washington. Debido al acuerdo de las partes de no facilitar detalles de las conversaciones a los medios de comunicación, se han desatado rumores sobre las dificultades que podrían estar afrontando los grupos de trabajo encabezados por el primer ministro de Israel, Ehud Barak, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser Arafat.

Tras una jornada de relativo descanso, la reunión cumbre que empezó el pasado 11 de julio, se reanudó ayer de forma intensa, según dijo el portavoz el Departamento del Estado de EE UU, Richard Boucher, en su habitual comparecencia ante la prensa. Clinton «decidirá el siguiente paso» explicó Boucher, quien no reveló nada acerca de los posibles progresos alcanzados durante las casi dos semanas de contactos directos entre las partes. La secretaria de Estado, Madeleine Albright, ha mantenido reuniones conjuntas y de forma separada con Barak y Arafat para llevar adelante el proceso de paz, desde que Clinton la dejó a cargo de la cita el pasado miércoles para asistir a la cumbre del G-8 (los siete países más desarrollados y Rusia), señaló Boucher.

Ultraderechistas israelíes amenazan con asesinar al primer ministro de su país, Ehud Barak, y al presidente palestino, Yaser Arafat, según un informe del Servicio General de Seguridad (Shin Bet) de Israel entregado al Gobierno. Dicho informe fue proporcionado al Consejo de Ministros, según reveló la titular de la cartera de Asuntos del Medio Ambiente, Dalia Itzik, del Partido Laborista, que preside Barak. Aunque el Shin Bet indica que «se trata de habladurías y no de hechos», hay que «oír» esas amenazas. El próximo noviembre se cumplen cinco años del asesinato del primer ministro laborista Itzhak Rabin "de quien Barak se considera discípulo" a manos de un extremista del sionismo religioso «para impedir la creación de un Estado palestino».