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EUROPA PRESS-ZAMBOANGA Los negociadores filipinos reanudaron ayer sus contactos con los rebeldes musulmanes del grupo Abu Sayyaf, que retienen todavía a 28 rehenes, y permanecieron indiferentes a las amenazas de Libia de cesar su mediación. Por su parte, el ministro libio de Asuntos Exteriores, Abdel Rahmane Chalgham, afirmó ayer que su país proseguirá sus esfuerzos para obtener la liberación de los rehenes de Jolo, mientras el emisario libio en la crisis de los rehenes, Rajab Azzaruq, pidió ayer a Manila que abandone su política de «todo o nada» y acepte que los 28 rehenes sean liberados en pequeños grupos.

El jefe de los negociadores filipinos, Roberto Aventajado, que reanudó el contacto telefónico con Abu Sayyaf ayer, indicó que las negociaciones «prosiguen». «Continuamos trabajando» con la guerrilla de Abu Sayyaf dijo Aventajado a los periodistas. «Existen ciertas cosas que por el momento no puedo decirles», dijo en una rueda de prensa donde se presentó a los tres rehenes malayos liberados. «Estamos frustrados pero no vencidos, sigo viendo la luz al final del túnel», añadió sin aventurarse sin embargo a dar una fecha, tras haber mantenido una conversación con Galib Andang, alias «Comandante Robot». Dijo que en la conversación telefónica que mantuvo con el «Comandante Robot», éste le indicó «exactamente lo que anduvo mal».

Un informe completo de lo ocurrido fue enviado ayer al presidente filipino, Joseph Estrada, «y seguiremos con nuestra política de negociaciones», confirmó. La liberación de los 28 rehenes, 12 de ellos occidentales, anunciado para el sábado, no tuvo lugar porque los secuestradores cambiaron de opinión.