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EFE - JERUSALÉN El primer ministro de Israel, Ehud Barak, y el jefe de la oposición y líder del partido de derechas Likud, Ariel Sharón, condenaron el asesinato de un israelí por disparos de palestinos ocurrido ayer en el norte de Jerusalén. El laborista Barak afirmó que «los palestinos que dispararon serán castigados», mientras que Sharón manifestó que «hay que luchar contra el terrorismo».

El israelí, habitante de Jerusalén, murió de varios disparos en la cabeza efectuados por unos palestinos cuando pasaba con su coche por la zona industrial de Atarot, al nordeste de dicha ciudad y al sur de la localidad cisjordana autónoma de Ramala.

A pesar del asesinato el primer ministro de Israel, ha decidido continuar adelante con las negociaciones del proceso de paz que se tambalean cada vez que se produce un incidente de este tipo.