Los sindicatos lograron ayer una amplia movilización que provocó el
caos, en particular gracias al paro del transporte público, con su
convocatoria unitaria para defender la jubilación a los 60 años
contra la exigencia de la patronal de alargar el periodo de
cotizaciones. La jornada de paros y protestas, que fue organizada
en el sector privado y en la Administración por las cinco mayores
centrales sindicales -CFDT, CGT, FO, CFTC y CFE-CGC- incluía más de
75 manifestaciones por todo el país, que reunieron a decenas de
miles de personas en Marsella, Toulouse, Lyon.
En Marsella, entre 18.000 personas (según la policía) y 70.000
(según los sindicatos) desfilaron por el centro urbano con
pancartas en las que se exigía el mantenimiento del derecho a
pensiones sin rebaja, así como la mejora del poder adquisitivo de
las pensiones y de las condiciones de la jubilación anticipada.
El Movimiento de Empresas de Francia es el objeto de todas las
iras sindicales por condicionar su vuelta a las negociaciones sobre
los regímenes de pensiones a una prolongación del periodo de
cotizaciones que da derecho a una pensión completa.
Al menos tres personas resultaron heridas, una de ellas grave,
en violentos enfrentamientos entre agentes antidisturbios y unos
400 bomberos que se manifestaban ayer en Lille (norte) para exigir
mejores condiciones laborales, según fuentes policiales. Los
bomberos, con cascos y en uniforme, comenzaron a manifestarse
pacíficamente por las calles de Lille para reclamar más medios y
mejores condiciones de trabajo, antes de congregarse con media
docena de camiones en una plaza del centro de la ciudad frente a la
Prefectura. Con la ayuda de un camión, los manifestantes lanzaron
nieve carbónica contra la plaza y las fuerzas del orden desplegadas
para impedir el acceso de los bomberos.
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