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EFE - ANKARA La crisis política de Turquía, que comenzó a principios de la semana, ha desembocado de forma grave en la economía del país, donde muchos ciudadanos acaban esta semana prácticamente arruinados. Según los analistas, continúa la incertidumbre en los mercados y no se atreven a aventurar lo que pasará la próxima semana.

El gobierno turco buscó ayer la ayuda del Fondo Monetario Internacional para mitigar la crisis financiera que ha provocado una tempestad de condena ciudadana hacia el primer ministro de Turquía, Bulent Ecevit, y que estremeció a los mercados emergentes.

Mientras se elevaban las pasiones políticas, en medio de un nuevo desplome de la lira turca, economistas y funcionarios manifestaron su temor sobre el posible brote de una «crisis dentro de la crisis» en el vulnerable sector bancario de Turquía.

Según datos facilitados por el Banco Central, la tasa de compra del dólar respecto a la Lira Turca (TL) se cotizó ayer a 1.072'988 liras por dólar, lo que representa una caída del 35 por ciento en los últimos dos días.

El sueldo mínimo de los funcionarios públicos, que era de 150 dólares hasta hace dos días, ha descendido hasta casi los 100 dólares. La crisis turca también ha causado preocupaciones en los mercados emergentes -especialmente en Argentina y Brasil-, que temen que su efecto negativo pueda extenderse y lleve a una pérdida de confianza de los inversores en este tipo de deuda.