El presidente chino, Jiang Zemin, reiteró ayer que la culpa de la
colisión fue de Estados Unidos y pidió a Washington que se disculpe
ante las autoridades chinas, por el otro, el presidente
estadounidense, George W. Bush, respondió que no se excusará ni
suspenderá los vuelos de los aviones norteamericanos frente a
China. Ante el grave suceso del pasado domingo que está
perjudicando gravemente las relaciones entre China y Estados
Unidos, el presidente chino, Jiang Zemin, insitió ayer en la
culpabilidad de Washington en el accidente y exigió que el Gobierno
de Bush se disculpe antes las autoridades de Pekín.
«La parte estadounidense debería disculparse ante la población
china», declaró Jiang», antes de iniciar un gira por Latinoamérica.
Este llamamiento tiene lugar un día después de que el presidente de
China afirmara que Estados Unidos debe «cargar con sus
responsabilidades» y dejar de enviar aviones espías a las costas
chinas. Por su parte, el presidente estadounidense replicó a este
llamamiento que Washington no tiene la intención de pedir disculpas
a Pekín por el incidente, y que tampoco suspenderá sus vuelos de
reconocimiento frente a las costas de China.
Según un portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, «Estados
Unidos no comprende por qué hay que pedir disculpas». «Nuestro
avión operaba en el espacio aéreo internacional y Estados Unidos no
ha hecho nada malo -añadió-, la ley internacional es muy clara».
Asimismo, Fleischer señaló que atualmente, el objetivo primordial
del presidente Bush es conseguir el regreso de los 24 miembros de
la tripulación del EP-3, que siguen retenidos en la isla de Hainan,
así como evitar que lo que es un «accidente» se convierta en un
«incidente internacional».
El portavoz añadió que la Casa Blanca mantendrá una línea de
prudencia en este asunto, principalmente en lo que respecta a la
visita que el presidente estadounidense tiene previsto efectuar a
China el próximo mes de octubre, al margen de la cumbre del Foro
Asia-Pacífico (APEC) de Shanghai. En un primer intento de reducir
la tensión entre las dos partes, el secretario de estado
norteamericano, Colin Powell, declaró ayer que «lamenta» la muerte
del piloto chino cuyo caza chocó en el aire con el avión espía
estadounidense, pero no pidió las disculpas oficiales reclamadas
por Pekín, según informó la CNN. El caza chino F-9 se estrelló en
el Mar del Sur de la China y se teme que el piloto, Wang Wei, haya
muerto aunque su búsqueda continúa.
«Lamentamos la pérdida de la vida de ese piloto chino, pero
ahora necesitamos seguir adelante», dijo Powell. «Necesitamos darle
solución a esto, y estamos empleando todas las vías disponibles
para hablar con los chinos e intercambiar explicaciones»,
añadió.
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