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EFE-JERUSALÉN El curso escolar comenzó ayer en Israel con medidas de seguridad sin precedentes -poco después de que militares de su Ejército mataran a dos palestinos en Cisjordania-, y unos 7.000 policías, soldados, guardias de frontera y voluntarios protegían a los alumnos por temor a un atentado palestino. Los dos palestinos pertenecían a las milicias armadas del movimiento oficialista palestino Al Fatah -cuyo líder es Yaser Arafat-, las llamadas «tanzim» en árabe, y los soldados los mataron en un enfrentamiento que se produjo en la ciudad cisjordana de Hebrón en la madrugada de ayer.

El incidente se registró en el barrio palestino de Abu Sneine, donde otros tres miembros de las «tanzim» fueron heridos. Las medidas de seguridad en los colegios israelíes -con un millón y medio de alumnos de educación general básica y bachillerato sobre una población de 6'5 millones de habitantes- obedecen a informaciones de los organismos de seguridad sobre la posibilidad de que extremistas palestinos cometan un atentado inminente, en particular en Jerusalén.

Ambas partes están enfrentadas desde hace más de once meses durante los cuales murieron más de 600 palestinos y de 160 israelíes, tanto civiles como militares. El jefe de las «tanzim», Maruán Barguti, dice en declaraciones que publicó ayer el diario independiente israelí «Yediot Ajronot» que, «Si vosotros seguís con los atentados contra palestinos, no tendréis seguridad en Tel Aviv ni en ninguna otra ciudad».

En los últimos once meses, el Ejército israelí mató a 55 palestinos conforme a su política de «asesinatos selectivos» contra dirigentes militares o políticos a los que calificó de «terroristas» y de «bombas de tiempo», y de quienes dijo que se disponían a cometer atentados en Israel.