Centenares de heridos colapsaron hoy todos los hospitales de Nueva
York, tras dos consecutivos atentados terroristas contra las
emblemáticas Torres Gemelas, que causaron el pánico colectivo y
convirtieron la parte baja de la ciudad en una «zona de guerra».
Dos aviones suicidas fueron literalmente empotrados hoy contra las
Torres Gemelas, provocando masivos incendios que desencadenaron el
posterior derrumbe de ambas, causando un indeterminado, aunque
«enorme», número de muertos y heridos, según informó el alcalde de
la ciudad, Rudolph Giuliani. «Tengo la sensación de que hay un
horrendo número de muertos. No lo sé, pero debemos centrarnos ahora
en salvar el mayor número de vidas posible», dijo el alcalde.
Giuliani ordenó la evacuación inmediata de Lower Manhattan, la zona
sur de la isla donde estaban situadas las Torres Gemelas y su
corazón financiero, Wall Street. «Quiero aprovechar esta
oportunidad para pedir a todos que mantengan la calma y, en la
medida que puedan, evacúen Lower Manhattan», dijo el alcalde en una
alocución por radio.
«Centenares de personas tienen quemaduras de la cabeza a los
pies», declaró el doctor Steven Stern del hospital St. Vincent,
situado en Greenwich Village, cerca de la zona siniestrada. «Hubo
gente que se lanzó al vacío desde el World Trade Center (las Torres
Gemelas). Fue una situación horrible, horrible», dijo el
alcalde.
Los dos aviones se estrellaron directamente contra los dos
rascacielos, con una diferencia de una media hora y provocaron
grandes incendios y gigantescas columnas de humo que se podían ver
desde todos los lugares de la ciudad.
En un nuevo día de la infamia en la historia de Estados Unidos
y, particularmente en la de Nueva York, numerosos testigos
presenciales describieron escenas apocalípticas tras las
explosiones y posterior derrumbe de las torres, orgullo y símbolo
del progreso de la ciudad de los rascacielos. «Estaba mirando por
la ventana del World Financial Center, cuando ví el primer avión y
15 minutos después el segundo estrellándose contra el World Trade
Center», dijo una mujer no identificada. «¡Dios mío! Ví gente
lanzándose por las ventanas. Imagino que trataban de salvarse»,
dijo otra mujer entre sollozos y con la voz temblorosa, trágica
descripción luego corroborada por Giuliani.
Algunos empleados que se encontraban trabajando en las Torres
Gemelas dijeron sentir una «enorme explosión» y cómo el edificio
entero comenzó a temblar, tras lo cual salieron corriendo escaleras
abajo para evacuar el edificio. Afuera, «había gente llorando,
gritando, corriendo, ya fueran policías, particulares o bomberos.
Todos», dijo un testigo. «Parecía una zona de guerra. Había
numerosos heridos» por el suelo, afirmó otro. Las autoridades de
Nueva York movilizaron a sus 44.000 policías, y más de 14.000
bomberos de Manhattan y de zonas aledañas se desplazaron al corazón
de la gran manzana para tratar de poner orden al inmenso caos en
que se sumió la ciudad en cuestión de minutos. La peor pesadilla se
había materializado en este día negro de septiembre y una vez más
la realidad había sobrepasado la ficción. La ciudad se convirtió
inmediatamente en una ratonera.
Las autoridades decretaron el cierre de todos los accesos desde
y hacia Manhattan, así como los aeropuertos del área por temor a
nuevos ataques terroristas suicidas. Tras las dos explosiones, las
autoridades ordenaron la inmediata evacuación de los rascacielos,
en los que trabajaban diariamente más de 100.000 personas, ante el
fundado temor de que ambos se derrumbaran. Un portavoz de la
compañía American Airlines confirmó que uno de los aviones que se
estrelló contra las Torres Gemelas, el primero, era un avión
comercial de la empresa que había salido desde Boston con dirección
a Los Angeles y, al parecer, había sido secuestrado. Lori Bassani,
portavoz del sindicato en Chicago, confirmó que los ejecutivos de
la aerolínea le habían comunicado que si el avión, un Boeing 767
vuelo número 11, iba completo serían un total de 158 personas,
incluyendo dos pilotos y 10 tripulantes. El segundo aparato que se
estrelló contra las Torres Gemelas era al parecer más pequeño pero
produjo incluso más daño que el primero porque en menos de una hora
hizo que ese rascacielos se derrumbara alrededor del piso número
30. Poco después, la otra Torre Gemela, completamente envuelta en
un espeso humo y fuego, también se desmoronó desde la azotea hacia
abajo.
El caos y la consternación que provocó la serie de atentado
produjo la cancelación inmediata de todas las actividades en las
bolsas de Wall Street, las Naciones Unidas, los edificios federales
y muchas compañías suspendieron las operaciones por el día. La
bolsa tradicional de Nueva York, el NYSE, el mercado bursátil más
grande del mundo, pospuso sus operaciones indefinidamente, al
tiempo que el parqué de la bolsa fue evacuado, a pesar de que no
está cerca del World Trade Center. El mercado electrónico o Nasdaq
decidió abrir su sesión a las 17.30 horas, hora española. La bolsa
de materias primas de Nueva York, el NYMEX, fue evacuada debido a
su cercanía con los edificios del World Trade Center.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.