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EFE-WASHINGTON El presidente George W. Bush declaró ayer desde la Base de Barksdale (EE UU), que «la libertad ha sido atacada esta mañana (por ayer) por un cobarde sin cara», y prometió que EE UU «cazará, encontrará y castigará» a los responsables. En una declaración difundida desde la base aérea de Barksdale (Luisiana), a donde fue trasladado desde Florida para garantizar su seguridad, Bush intentó tranquilizar al país y señaló que está en contacto con todos los miembros del gobierno y su equipo de seguridad nacional para asegurar el funcionamiento del país.

Poco más tarde, el presidente estadounidense se refugió en el Cuartel General del Mando Aéreo Estratégico, situado en la base aérea de Offutt (Nebraska), tras un vuelo desde Luisiana. Nada más llegar, Bush inició una reunión con sus asesores de seguridad, en la que se estudiará la situación, según informó ayer la cadena CNN.
Mientras tanto, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, confirmó que la primera dama, Laura Bush, y las dos hijas del presidente, Barbara y Jenna, han sido llevadas «a un lugar seguro». Bush comenzó la jornada en Sarasota (Florida), desde donde se trasladó brevemente a la base aérea de Barksdale (en Luisiana), antes de partir hacia Nebraska. Bush tambien señaló, en su comparecencia en Luisiana que «hemos estado en contacto con líderes del Congreso y con líderes mundiales para asegurarles que haremos todo lo necesario para proteger a Estados Unidos y los estadounidenses».

Bush prometió que «Estados Unidos cazará, encontrará y castigará a los responsables de estos actos cobardes», y dijo que las fuerzas armadas han sido puestas en estado de máxima alerta. «La libertad será defendida», añadió Bush con semblante adusto, en una sala de la base en la que hizo la breve declaración a los periodistas que le seguían a su viaje por Florida. «La resolución de este gran país ha sido puesta a examen, pero que nadie se confunda, demostraremos al mundo que pasaremos esta prueba», añadió. El presidente señaló que ha tomado las medidas necesarias para garantizar el funcionamiento del Gobierno y la seguridad de la población del país, que ayer sufrió la peor ola de terrorismo de la historia.