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El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró ayer que España formará parte de la «gran coalición por la libertad contra el terror» y participará en «la defensa conjunta definida por la Alianza Atlántica para defender los principios de nuestra convivencia». Aznar destacó que los atentados en Estados Unidos representan un ataque contra «los mismos principios y valores que compartimos: la libertad, la democracia, los derechos de las personas, la justicia». «Tenemos la razón, la legitimidad y la determinación para hacerlo», dijo Aznar, quien destacó que «los españoles entendemos y hemos sufrido en carne propia el terror» y, «por ese sufrimiento compartido y por la comunidad de valores, tenemos que formar parte» de «los esfuerzos para localizar a los responsables de los crímenes y que le haga justicia».

El presidente aseguró que con el terrorismo «ni se transige, ni se dialoga, simplemente se el derrota; y esto es lo que tenemos que hacer». Aznar ratificó a los EE UU la determinación del Ejecutivo español de «estar juntos, de luchar juntos y de derrotar juntos a los terroristas», tras los atentados cometidos el martes en Nueva York y Washington, y de combatirlos «allí donde se encuentren». Aznar hizo estas declaraciones en la embajada estadounidense en Madrid, a la que acudió acompañado de su esposa, Ana Botella, para firmar en el libro de condolencias por las víctimas de estos atentados.

El presidente de Estados Unidos, George Bush, agradeció a José María Aznar el apoyo y la solidaridad expresadas por el Gobierno y la sociedad española tras el ataque terrorista del pasado martes. Aznar y Bush conversaron telefónicamente ayer tarde durante doce minutos.

Jordi Pujol pide reflexionar sobre por qué un sector del mundo se siente «marginado, perdedor y humillado»
El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, pidió ayer que el mundo occidental realice, tras los atentados contra Estados Unidos, una reflexión sobre por qué «un sector del mundo» se considera «marginado, perdedor y humillado». Pujol hizo estas declaraciones en una entrevista en Radio Vaticano, durante su visita a Roma. En su opinión, el móvil de las agresiones sufridas en Nueva York y Washington no es solamente «económico o político». «El gran desastre en los Estados Unidos nos obliga a pensar en por qué se producen estas cosas, qué mueve a realizar hechos como éstos a determinadas personas, pocas pero que probablemente reciben los aplausos de sectores más amplios», señaló.