TW
0

Al menos tres palestinos resultaron muertos ayer al dispersar la policía de la ANP una manifestación de apoyo a Afganistán en la que jóvenes enmascarados atacaron a las Fuerzas de Seguridad en un claro desafío de los integristas a la autoridad de Arafat. «Un grupo de jóvenes enmascarados entró en la Universidad Islámica y abrieron fuego contra los policías que estaban fuera», según un comunicado de la policía palestina para explicar la muerte de los tres manifestantes, entre ellos un joven de 13 años.

En los enfrentamientos también resultaron heridas otras 80 personas, entre ellas al menos 10 agentes de la policía palestina. Fuentes médicas del hospital de Gaza dijeron que el número de víctimas mortales puede ascender en las próximas horas porque algunos de los heridos están en estado muy grave. La policía asegura que los disturbios comenzaron después de que unos encapuchados dispararan contra sus agentes y que éstos respondieran con gases lacrimógenos. Sin embargo, no confirma que utilizaran balas reales para dispersar a los manifestantes que les lanzaban piedras, lo que impide saber si los 3 muertos y más de 80 heridos fueron víctimas de los disparos de los enmascarados o de un fuego cruzado.

Los manifestantes expresaron su apoyo a Bin Laden y condenaron los bombardeos contra Afganistán, en contra de la postura oficial de la ANP, que había desautorizado la concentración. El Gobierno de Arafat rechazó ayer cualquier intento por parte de Bin Laden de justificar sus ataques con el argumento de ayudar a las aspiraciones nacionales palestinas. «No necesitamos que nadie use a Palestina para sus propios objetivos», dijo ayer en Budapest el ministro de Cooperación Internacional, Nabil Shaat, saliendo al paso de unas declaraciones suyas en el sentido de que «Estados Unidos nunca se sentirá segura hasta que (los árabes) tengamos esa seguridad en nuestra tierra y en Palestina».

El escenario de ayer en Gaza no era nuevo para los palestinos, pero sí para las relaciones entre los movimientos integristas Hamas y Yihad Islámica, por un lado, y el presidente Arafat, por el otro. El tiroteo es el primer incidente de este tipo entre palestinos desde que comenzó la Intifada y pone de manifiesto la lucha de poder entre los grupos islámicos y el presidente de la ANP. La influencia ha ido a parar a las organizaciones islámicas, que exigen a Arafat que anule la tregua con Israel. Dentro de esa lucha, y para no desprestigiar la causa palestina ante la opinión pública internacional, Arafat advirtió ayer en El Cairo de que cualquier miliciano que viole el acuerdo de tregua será arrestado por sus Fuerzas de Seguridad, tal y como hizo el sábado con cuatro militantes del Hamas y la Yihad.