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El ministro Portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, aseguró ayer que el Ejecutivo español está «absolutamente dispuesto» a participar de manera «más activa» en la respuesta de la comunidad internacional a los ataques terroristas sufridos por EE UU, en la que ya intervienen en torno a medio millar de militares españoles. El PSOE e IU han solicitado la comparecencia inmediata en el Parlamento del presidente del Gobierno, José María Aznar, quien hoy se reunirá con el ministro de Defensa, Federico Trillo, y los integrantes de la Junta de Jefes de Estado Mayor para analizar la situación militar en que se encuentra la crisis internacional.

El Gobierno informará a la Cámara, a través del ministro de Defensa y el de Exteriores, Josep Piqué, cuya comparecencia se producirá finalmente el miércoles. Según explicó Pío Cabanillas, la participación española en la respuesta de EE UU a los atentados del 11 de septiembre se atiene a lo que marca el Convenio bilateral que une a los dos países y a los compromisos con la OTAN.

En el ámbito de la Alianza, las fragatas «Santa María» y «Extremadura», que estaban adscritas al mando atlántico y al mando mediterráneo, se dirigen en estos momentos al Mediterráneo Oriental, con una tripulación cercana a los 500 hombres entre ambas, todos ellos militares profesionales. Además hay 34 españoles destinados en Alemania en el centro operativo de alerta temprana (AWACS). En relación a la participación española, el PSOE, a través de su secretaria de Internacional, Trinidad Jiménez, pidió la consulta previa al Congreso en caso de una implicación directa de las tropas.

El primer ataque de los EE UU a terroristas asentados en Afganistán provocó, en la jornada de hoy, declaraciones de los partidos que, con la salvedad de IU y Batasuna, apoyaron la decisión de George Bush. A esta situación se refirió también el ministro del Interior, Mariano Rajoy, quien afirmó «con cautela» que no se prevé que ocurra «ningún acontecimiento desgraciado en España, lo cual no quiere decir que no hayamos tomado todas las medidas que nos parecen razonables en información, protección de instalaciones y organización interna». La encargada de Negocios de la Embajada de EE UU, Heather Hodges, pidió a los ciudadanos estadounidenses en España que «limiten» sus movimientos como medida de seguridad.