Los estadounidenses, por primera vez en su larga historia de
guerras e intervenciones en otros países, sienten miedo a las
represalias que las acciones bélicas de sus militares en el
exterior pueden tener en su propio suelo. Por ello, Estados Unidos
se encuentra en estado de máxima alerta desde que el domingo el
presidente Bush ordenara el primer ataque militar contra el régimen
integrista de Afganistán que oculta a Bin Laden. Nunca antes, ni
siquiera después de Pearl Harbor en 1941, los ciudadanos de a pie
en este país se habían visto abocados a tomar tantas precauciones.
Ahora, tras los atentados del 11 de septiembre, los
estadounidenses temen un posible ataque biológico en su territorio
que podría ser la respuesta de los terroristas a los ataques
militares en curso contra Afganistán. Las máscaras antigás, a pesar
de que todo el mundo sabe que no son la solución, se han agotado en
todo el país y el que más y el que menos, ha hecho provisión en su
casa de agua embotellada y algunos otros productos no perecederos
de primera necesidad.
No hay pánico "los supermercados no han registrado colas
atemorizadas ni la gente ha variado sustancialmente sus costumbres"
pero se palpa el temor. «Creo que está bien que Estados Unidos
responda a los atentados, pero tengo mucho miedo, especialmente
porque no habría forma de protegerse ante un ataque biológico que
contamine, por ejemplo, el agua o el aire», aseguró una mujer. Pese
a todo, el 94 por ciento de los estadounidenses se declaran a favor
de la decisión adoptada por Bush de atacar Afganistán, y considera
que el presidente está controlando bien la situación después de los
atentados del 11-S, según un sondeo del 'Washington Post' y la
cadena de televisión ABC.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.