Numerosas manifestaciones antiestadounidenses tuvieron lugar ayer,
viernes, día de plegaria en el mundo musulmán, en los países
vecinos de Afganistán, principalmente en Pakistán. La concentración
más violenta se produjo en Karachi (sur), la mayor ciudad
paquistaní, con 10 millones de habitantes. Según fuentes médicas y
de la policía, militantes islamistas dispararon contra los agentes
uniformados en dicha ciudad, dejando dos heridos de bala. Por la
mañana, los manifestantes quemaron un edificio gubernamental, un
restaurante de comida rápida, un autobús y varios vehículos.
Después de la plegaria, volvió a producirse un nuevo brote de
violencia. En Peshawar (noroeste), unas 5.000 personas desfilaron
por las calles de la ciudad al grito de «Muerte a Estados Unidos».
En Irán, los manifestantes atacaron el consulado paquistaní en
Zahedan, ciudad fronteriza con Afganistán, mientras que en
Indonesia, donde dos grupos islámicos de línea dura juraron que
expulsarían a los extranjeros, la policía utilizó un camión
cisterna para apagar banderas estadounidenses y británicas en
llamas y un muñeco con la figura del presidente Bush, después que
1.000 manifestantes se congregaran frente a la misión diplomática
de Estados Unidos. Cinco personas resultaron heridas en una
manifestación en Surabaya, la segunda ciudad más grande del país,
pero las protestas alrededor de la capital fueron mucho más
tranquilas de lo que los grupos musulmanes radicales habían
amenazado y sólo causaron disturbios de menor envergadura.
En Kuala Lumpur, las autoridades de Malasia utilizaron camiones
cisterna para dispersar a unos 3.000 manifestantes que exhibían
pancartas que decían «Vete al diablo, Estados Unidos», frente a la
embajada estadounidense. Ésta ha sido, hasta ahora, la mayor
protesta en la nación mayormente musulmana desde que comenzó la
incursión aérea en Afganistán. La manifestación fue organizada por
el principal partido de oposición, Parti Islam se-Malysia, a cuyo
presidente, Fadzil Noor, se le permitió ingresar en la misión
diplomática para entregar un comunicado.
En El Cairo, alrededor de 5.000 personas se manifestaron frente
a la mezquita de Al Azhar, la más importante institución del mundo
suní musulmán. Un gran número de militantes de la organización
integrista moderada Los Hermanos Musulmanes y del Partido Naserita
participaron en la protesta, en la que no se produjeron incidentes
de orden público. En las ciudades cisjordanas de Ramala y Naplusa,
varios miles de integristas recorrieron las calles en una
concentración convocada por Hamas y la Yihad Islámica, pero también
por Al Fatah, la organización que dirige Yaser Arafat.
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