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EFE-JERUSALÉN Francotiradores israelíes mataron ayer, por primera vez después de un mes, a un destacado jefe del brazo armado del grupo integrista palestino Hamas en la ciudad cisjordana autónoma de Kalkilia. Se trata de Abdel Rajman Hamad, de 33 años y uno de los hombres más buscados por los organismos de seguridad de Israel, que lo responsabilizan de la muerte de al menos 25 personas, entre ellas 21 en un atentado suicida del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) a principios del pasado mes de junio en Tel Aviv.

Los francotiradores que mataron a Hamad cuando se encontraba en la puerta de su casa, de la que estaba a punto de salir, pertenecían a uno de los organismos de seguridad de Israel y podían ser del Ejército o del secreto Shin Bet, entre otros. Responsables de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que preside Arafat, condenaron el asesinato de Hamas, que calificaron de «terrible crimen».

Mientras, el Gobierno israelí decidió aliviar de forma puntual el bloqueo militar a Cisjordania y Gaza, tras un encendido debate en el Consejo de Ministros en el que el titular de la cartera de Defensa, Bejamin Ben Eliezer, estuvo a punto de destituir al jefe del Ejército. Las primeras protestas surgieron cuando el primer ministro israelí, Ariel Sharon, informó a los miembros de su Gobierno de la decisión del «minigabinete para asuntos de seguridad» de aliviar el férreo bloqueo que Israel impuso hace más de un año a la población palestina de Cisjordania y Gaza.