Los grupos integristas paquistaníes, opuestos a la política pro
norteamericana adoptada por el Gobierno de su país, envían
voluntarios a Afganistán para luchar al lado de las fuerzas del
régimen talibán.
La mayor parte de los combatientes son captados entre las tribus
que habitan las áreas, que gozan de cierta autonomía
administrativa, situadas a lo largo de la frontera con Afganistán,
y en las que la afinidad con el régimen ultraintegrista de los
talibán es más evidente que en ninguna otra parte de Pakistán. El
método de reclutamiento de voluntarios para la «yihad» (guerra
santa) contra Estados Unidos, explicó Alauddin Ayatatullah «esta
siendo un éxito», al igual que la campaña de recolección de armas y
de recogida de donaciones para el régimen de los talibán. «Hemos
enviado miles de voluntarios a Afganistán a la guerra», señalo
Mohamed Nasim, miembro del comité de reclutamiento del partido
musulmán.
En este sentido, una persona murió y al menos otras diez
resultaron heridas en choques librados ayer entre la policía
paquistaní y los miles de integristas que intentaron atacar la base
de Jacobabad en la que están apostadas unidades militares de
Estados Unidos.
Las fuerzas de seguridad paquistaníes dispararon y lanzaron
gases lacrimógenos cuando los integristas y seguidores del régimen
afgano de los talibán trataron de aproximarse a la base, protegida
por cerca de tres mil policías y soldados.
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