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EFE-ISLAMABAD La «nueva fase» de la guerra contra el régimen talibán de Afganistán, con operaciones terrestres, ha complicado aún más la posición ya delicada del Gobierno de Pakistán. En medio de las tensiones que vive Pakistán a raíz de la guerra, que ha indignado sobre todo a los integristas islámicos, se registró ayer un frustrado atentado en el aeropuerto de la capital, Islamabad. Una bomba estalló este sábado en el aeropuerto internacional de Islamabad sin causar víctimas pero provocando un alerta al terrorismo en la capital paquistaní, declaró la policía.

Kaleem Imam, jefe de policía de Rawalpindi, ciudad vecina de Islamabad donde está ubicado el aeropuerto, habló de «un acto de terrorismo» para explicar el origen de la explosión. «El bolso en el cual estaba escondida la bomba fue detectado por los agentes de seguridad del aeropuerto y llevado rápidamente a un contenedor en el aparcamiento, donde estalló minutos después».

Después de que fuerzas especiales atacasen la noche del viernes una ciudad clave en el sur de Afganistán y un helicóptero norteamericano se estrellase dentro de Pakistán, el Gobierno paquistaní tuvo que defender ayer tanto su colaboración con Estado Unidos como sus relaciones con los talibán. En una rueda de prensa, el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Riaz Muhammad Khan, recurrió una y otra vez a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU para explicar por qué Pakistán ha prestado bases a Estados Unidos, por un lado, y por qué el Gobierno recibió ayer al embajador de los talibán, por otro. Khan volvió a expresar el interés del Gobierno paquistaní en que las hostilidades acaben cuanto antes, al tiempo que negó rotundamente que tropas paquistaníes participaran en los ataques.

Por otra parte, el ministro talibán de Asuntos Tribales, Jaluddin Haqqani, se reunió ayer en Islamabad con destacados funcionarios del Ministerio paquistaní de Asuntos Exteriores para analizar la viabilidad de un «Gobierno de amplia base» en Afganistán, informaron fuentes oficiales paquistaníes. «Las reuniones se centraron en el análisis de la viabilidad, futuro y posibilidades de un gobierno de amplia representación», dijo el portavoz del ministerio paquistaní de Asuntos Exteriores, Riaz Muhammad Khan. Esta reunión coincide con la publicación por un diario paquistaní de una entrevista con Haqqani en la que el ministro talibán advierte a los soldados estadounidenses de que son «demasiado blandos» para combatir en Afganistán.