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JORGE BAÑALES-NUEVA YORK La economía de EE UU tuvo en el tercer trimestre un crecimiento negativo del 1'1%, una cifra mayor de la calculada hace unas semanas y que pone de manifiesto el alcance de la crisis que atraviesa el país. En un cálculo preliminar, el Departamento de Comercio había indicado que el Producto Interior Bruto (PIB) había tenido, entre julio y septiembre, una tasa anual de reducción del 0'4%, y la cifra revisada ayer a la baja se explica por el mayor déficit comercial y la disminución de los inventarios de las empresas.

El gasto de los consumidores representa dos tercios del PIB de EE UU y en el tercer trimestre creció a su ritmo más lento en más de ocho años. Este gasto, que había alcanzado su tasa anual de crecimiento más alta con un 5'9% en los primeros meses del año pasado, se halla ahora en su nivel más bajo desde 1993.

Desde comienzo de año, cuando las tasas de interés se hallaban en su nivel más alto desde 1991, la Reserva Federal ha aprobado diez reducciones de las tasas, que ahora se encuentran en su nivel más bajo desde 1961. El abaratamiento del crédito sólo ha servido para que los consumidores mantengan un ritmo cauteloso de gastos y muchos analistas esperan que la Reserva apruebe otro recorte de los tipos en su reunión del 11 de diciembre.

El crecimiento de la economía estadounidense en el tercer trimestre fue el más débil en una década. Pero la reducción de los inventarios es un signo positivo, al cual se suma el incremento de los pedidos de bienes duraderos durante en octubre.