El presidente palestino, Yaser Arafat, ordenó ayer el arresto de
todos los funcionarios y agentes de la ANP que están presuntamente
vinculados con un cargamento ilegal de armas que fue interceptado
por Israel a bordo del navío «Karine A». Arafat aceptó así las
recomendaciones de la «comisión interna» de investigación que él
mismo creó el lunes pasado, en respuesta a las presiones
internacionales para aclarar cuál era el destino de las armas y
quiénes las habían comprado.
La orden de arresto será aplicable a los tres funcionarios a
quienes Israel responsabiliza del cargamento -Fuad Shubeiki, Fathi
Razem y Adel al-Mugrabi-, aunque será extensiva a cualquier otra
persona que la comisión considere implicada en los hechos, señala
un comunicado oficial palestino difundido anoche. Shubeiki es el
encargado de adquisiciones militares en la ANP, Razem es el subjefe
de la Policía naval y al-Mugrabi es miembro del movimiento
Al-Fatah, que preside Arafat. El comunicado señala que la orden de
arresto cuenta con la aprobación del procurador general palestino,
aunque por el momento no se ha informado de si los tres presuntos
implicados han sido ya detenidos.
El «Karine A» fue interceptado por comandos submarinistas
israelíes el pasado día 3, en el Mar Rojo, con unas 80 toneladas de
armas prohibidas por los Acuerdos de Oslo, y tenía como destino la
Franja de Gaza. Israel asegura que la ANP adquirió en Irán el
cargamento, valorado en unos 16 millones de dólares, y que el líder
palestino tenía conocimiento de la operación.
Arafat, que ha negado cualquier relación de él o de la ANP con
las armas, anunció la creación de una «comisión interna» para
investigar las acusaciones israelíes, tras una entrevista que tuvo
con el representante de Política Exterior y Seguridad Común de la
UE, Javier Solana. El Gobierno de la ANP exhortó ayer a Israel a
colaborar con la investigación palestina «en base a consideraciones
legales y no políticas» para descubrir la verdad de los hechos «sin
objetivos propagandísticos». Asimismo, se invoca a la colaboración
de EE UU, la UE y el resto de la comunidad internacional para
asistir en la investigación.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, aseguró ayer que el
presidente palestino no abandonará la ciudad de Ramala, en la que
está confinado desde hace más de un mes, hasta que arreste a los
responsables del cargamento de armas y también a los presuntos
asesinos del ministro israelí de Turismo, el ultraderechista
Rejabam Zeevi. Por otra parte, el Ejército israelí arrestó a doce
militantes palestinos en Cisjordania y Gaza como parte de sus
operaciones en respuesta a la muerte de cuatro soldados israelíes a
manos de integristas islámicos.
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