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EFE-VIENA El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se manifestó ayer en Viena en contra de un eventual aislamiento del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser Arafat, y abogó por una «iniciativa internacional» para reanudar el proceso de paz en Oriente Medio. «Arafat es el líder del pueblo palestino», afirmó Annan tras reunirse con el presidente de Austria, Thomas Klestil, y con la ministra austríaca de Exteriores, Benita Ferrero.

En alusión al confinamiento en Ramala impuesto por Israel a Arafat, que Annan comparó con un arresto domiciliario, el secretario general de Naciones Unidas estimó que el presidente palestino «está en una situación extremadamente difícil», que obstaculiza su influencia. Tanto él como las instituciones de la Autoridad Palestina se encuentran «bajo una fuerte presión. No veo cómo puede así cumplir con lo que le pide la comunidad internacional», señaló Annan en alusión a las fuertes presiones de Israel y EE UU para que Arafat combata el terrorismo.

Abogó por darle «espacio y tiempo para que pueda actuar» y se manifestó contrario al plazo de siete días libres de violencia como condición que pide Israel para reanudar las negociaciones de paz, ya que esa exigencia otorga de hecho a los grupos radicales la posibilidad de «vetar» el proceso de paz. «Tenemos que tener mucho cuidado», pues «si se debilita a Arafat hasta llevarlo casi a la impotencia, tenemos un gran problema», advirtió el secretario general de la ONU y opinó que, por el contrario, «si se le concede mayor libertad, el líder palestino puede tener más influencia».