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FRANCE PRESS-BUENOS AIRES El presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, puso ayer en duda la posibilidad de abonar íntegramente este mes los sueldos de los empleados estatales porque, según destacó, «no hay dinero». «No pareciera que pudiéramos pagar íntegramente los sueldos del Estado nacional, no hay dinero, y entonces no se puede pagar», afirmó Duhalde. En este sentido, precisó que el Ejecutivo argentino estableció prioridades en el reparto de dinero: los planes sociales, los jubilados y los empleados estatales. Estas declaraciones coinciden con la noticia publicada ayer en el diario 'La Nación', que revela que Duhalde ha decretado «de necesidad y urgencia» un aumento del 16% en su salario mensual, de tal forma que en vez de cobrar 2.550 pesos netos pasará a recibir 3.000 pesos «en mano».

Ante las críticas por la decisión, Duhalde tuvo que reaccionar de inmediato y afirmar que decidió aumentarse un 16% su sueldo «para subir el techo» salarial de la administración pública y permitir así que otros funcionarios puedan ganar más. Duhalde señaló que la decisión de subirse el sueldo se fundamenta en que piensa en la situación de los demás funcionarios. «No puedo tener el egoísmo de pensar (sólo) en Duhalde», afirmó el jefe del Estado argentino, que consideró además «desafortunada» la interpretación que se ha hecho sobre esta cuestión. «Yo, cuando fijo el sueldo mínimo del presidente, de ahí para abajo están los demás sueldos de la administración central y, si se baja mucho, se cometen injusticias muy grandes», dijo Duhalde.

Los sindicatos argentinos advirtieron ayer, por otra parte, de que puede producirse un «gran estallido» si el Gobierno no cumple con el pago de salarios a los empleados públicos. El titular de la Confederación General del Trabajo (CGT), la central obrera más importante del país, Rodolfo Daer, rechazó el escenario planteado ayer por Duhalde. «Si no pagan lo sueldos va a haber un gran estallido. Es imprevisible lo que puede pasar», alertó Daer en declaraciones públicas, para luego anunciar que la CGT expresará su «rechazo» a esta posibilidad. A su vez, la Asociación de Trabajadores del Estado, el principal sindicato de agentes públicos, consideró que las declaraciones de Duhalde fueron una «provocación» y dijo que el sector «va a defender sus legítimos derechos hasta las últimas consecuencias».