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El secuestro de la candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt por las FARC ha enrarecido el ambiente previo a las elecciones del próximo 26 de mayo, y las autoridades investigan si esa guerrilla utilizará ese caso para exigir un canje de prisioneros.

Betancourt, del movimiento «Colombia Nueva», fue secuestrada el pasado sábado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cuando viajaba por tierra a la antigua zona neutral, donde el Gobierno negociaba con esa agrupación insurgente, pero cuya vigencia fue cancelada el pasado 20 de febrero por el Ejecutivo.

El secuestro, calificado por el presidente Andrés Pastrana de «atentado a la democracia», tuvo lugar quince días antes de las elecciones parlamentarias del 10 de marzo y en plena campaña para las presidenciales del 26 de mayo y 10 de junio, esta última como fecha de la segunda vuelta caso de que ningún aspirante logre el 51% de los votos.