El que se presumía el 11-S italiano se ha quedado en un mero 18-A
más próximo al suceso que al terrorismo. La familia del piloto de
la avioneta que se estrelló el jueves contra la 'Torre Pirellone'
de Milán aventuró ayer la posibilidad de que Luigi Fasulo se
suicidara por razones financieras, una hipótesis que sin embargo no
ha convencido a las autoridades. Marco, uno de los hijos de Luigi
Fasulo, aseguró ayer que su padre quiso suicidarse debido a que
estaba arruinado financieramente. «¿Pero qué accidente? Fue un
suicidio, un suicidio, ¿pueden entenderlo? Quisieron engañarle,
abatirle económicamente y se suicidó», afirmó Marco Fasulo, citado
ayer por el diario 'La Repubblica'.
La avioneta pilotada por Luigi Fasulo se estrelló el jueves
contra la torre más alta y emblemática de Milán, causando tres
muertos, el piloto y dos abogadas que trabajaban para la Región
Lombardía, cuya sede se encontraba en el edificio. No obstante, el
fiscal de Milán, Gerardo D'Ambrosio, estimó ayer que entre todas
las hipótesis que se barajan sobre el incidente, «la menos creíble»
es la del suicidio. «Las hipótesis son tres: la primera es un fallo
técnico, la segunda una enfermedad y la tercera el suicidio. Pero
creo que la del suicidio es la menos creíble», declaró
D'Ambrosio.
Por su parte, el ministro de Transportes, Pietro Lunardi, afirmó
que «hay razones para creer que hay algo raro. El tipo de blanco y
la forma en la que fue alcanzado son impresionantes». «Antes del 11
de septiembre se habría podido hablar sólo de fatalidad, pero ahora
hay que comprobarlo todo», declaró el ministro ante los
periodistas, ante los cuales descartó, con las reservas propias de
una investigación en curso, la hipótesis del atentado terrorista.
En su intervención ante el Senado dedicada a este incidente,
Lunardi afirmó que ha solicitado «una investigación sobre la
persona del piloto, su situación financiera, sus problemas
familiares y su estado de salud».
El ministro destacó que, por lo que parece, Fasulo desobedeció
las instrucciones que le había dado la torre de mando del
aeropuerto de Milán-Linate. Según Lunardi, el aparato intentó
aterrizar en una pista turística cerrada para las avionetas, por lo
que la torre de control le dio la orden de tomar tierra en la pista
36, en la parte derecha del aeródromo. «Se dirigió hacia la zona
oeste del aeropuerto, con la proa al norte siguiendo, pues, una
ruta para el aterrizaje en la pista 18 de la izquierda, en sentido
contrario al que se le había autorizado».
Fue en ese momento que el piloto informó de un pequeño problema
en el tren de aterrizaje y comunicó que lo estaba resolviendo. La
torre preguntó a Fasulo cuáles eran sus intenciones, pero no
respondió ni pidió el 'SOS', prosigue el ministro, y recordó que
«las condiciones de visibilidad eran óptimas para el vuelo».
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