«Se espera una invasión inminente», afirmó ayer el general Abdel
Razek al-Mayaide, jefe de la Fuerza de Seguridad Nacional palestina
en Gaza. Al Mayaide relató que la población en los abigarrados
campos de refugiados y en las ciudades se abastecía hoy de
alimentos, pan y medicinas, mientras los organismos de seguridad
evacuaban comisarías y otras dependencias oficiales.
No obstante, Al Mayaide agregó que, en su opinión, que comparten
fuentes diplomáticas occidentales, las operaciones israelíes serán
«limitadas», y no una ofensiva de grandes proporciones como la
«Operación Muro de Defensa» lanzada por Israel el pasado 29 de
marzo en Cisjordania. Por su parte, el jefe de los servicios de
Seguridad Preventiva en la franja de Gaza, coronel Mohamed Dahlán,
advirtió de que, si se produce la entrada de las tropas israelíes
en ese territorio, «tendremos nuevos ejemplos de lo sucedido en
Jenín», dando a entender que los palestinos ofrecerán
resistencia.
Dahlán se refería a la reciente entrada por las tropas de Israel
en el campo de refugiados de Jenín, que se ha convertido en un
símbolo para la resistencia palestina y donde aseguran que el
Ejército hebreo cometió una «masacre». Sin embargo, el ministro
israelí de Asuntos Exteriores, Simón Peres, declaró que las
autoridades militares «se concentrarán únicamente en áreas donde
exista una alta concentración de terroristas suicidas» y que la
operación será por «un tiempo limitado».
La inminente invasión, en respuesta a un sangriento atentado
suicida el martes en la ciudad israelí de Rishón le Sión, ha sido
confirmada también por el Ejército israelí, que ha expedido órdenes
de alistamiento para un número indeterminado de reservistas.
Fuentes militares confirmaron que tropas, tanques y blindados se
están acantonando en los alrededores de la franja de Gaza y dieron
a entender que el objetivo de las operaciones serán las
organizaciones integristas Hamas y Yihad Islámica.
El líder espiritual de Hamas, el jeque Ahmed Yasín, está
permanentemente custodiado por varios guardaespaldas ante el temor
de que las fuerzas israelíes traten de capturarlo, según fuentes
palestinas. Israel se había abstenido hasta ahora de llevar a cabo
una operación a gran escala en la franja de Gaza porque ningún
terrorista suicida palestino había conseguido traspasar la verja
electrónica que la rodea, a pesar de los muchos intentos
efectuados.
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