Un desfile de tambores, cacerolas y todo tipo de instrumentos de
percusión «domésticos», con acompañamiento de silbatos y
fanfarrias, arrancó desde el centro histórico del antiguo sector
oriental, rumbo al este, mientras un recio operativo policial
custodiaba una amplia zona ciudadana, en dirección contraria. La
avenida Unter den Linden, en el corazón de ciudad, quedó dividida
en dos zonas, una bulliciosa y multicolor, dominada por
manifestantes antiglobalización y grupos de izquierda, y la otra en
casi absoluto silencio, con un único color: el verde oliva
policial.
El temor a disturbios y el fantasma de un atentado obligaron a
«blindar» la visita de Bush, de apenas 20 horas y con un programa
compacto, en el que, a diferencia de los anteriores viajes de su
antecesor, Bill Clinton, no hay previsto contacto alguno con
ciudadanos. Berlín se encontraba desde ayer, víspera de la llegada
del presidente estadounidense, en un estado de «manifestación
permanente».
El denominado «Eje por la Paz», que agrupa a 240 colectivos,
entre grupos antiglobalización, partidos de izquierda, sindicatos y
asociaciones religiosas, había convocado un programa de
concentraciones prácticamente ininterrumpido, con intención de
hacer llegar, aunque fuera a distancia, sus protestas a Bush. El
consumo del tradicional «brezel» bávaro, la versión original de la
galleta salada con la que se atragantó el pasado enero el
presidente Bush se ha disparado en Berlín entre los participantes a
las manifestaciones contra la política estadounidense.
Vendedores ambulantes, con improvisadas frases publicitarias
como «el mejor antídoto contra la política de Bush», hacen su
agosto con cestas de «brezel», en el clima de «manifestación
permanente» que se vive estos días en Berlín, en protesta contra la
visita del mandatario estadounidenses quien llega anoche a la
capital alemana.
El canciller, Gerhard Schroeder, recordó a las personas que
participan en las protestas contra la visita de Bush a Alemania que
el derecho a manifestarse es algo que los alemanes deben a los
estadounidenses. «En tiempos críticos, los estadounidenses
estuvieron en Berlín para defender, entre otros derechos, el
derecho a manifestarse», dijo Schroeder en alusión a los tiempos
del bloqueo soviético a la actual capital alemana. Bush quiere
explicar que Europa y EE UU estén juntos en la continuación de la
guerra contra el terrorismo, a pesar de las crecientes diferencias
con sus aliados europeos en política exterior, comercio o medio
ambiente
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.