Al menos dos israelíes murieron y una treintena resultaron heridos
de diversa consideración en un nuevo atentado en la ciudad de
Rishón Le Sión, cerca de Tel Aviv, en el que murió también el
suicida palestino que portaba el artefacto. El suicida detonó la
potente bomba que llevada adosada al cuerpo, y que contenía clavos
y tornillos, a la entrada de una calle peatonal en el centro de la
ciudad, en la esquina de las calles Rothschild y Herzl.
Fuentes de los servicios de emergencia informaron de que al
menos cuarenta personas resultaron heridas, una de ellas en estado
crítico y dos de ellas grave. El resto sufre heridas de leve a
moderadas. La explosión se registró a primera hora de la noche y
según testigos presenciales la calle peatonal estaba muy concurrida
pues se trata de una zona de terrazas y cafeterías. «El terrorista
hizo explotar la bomba en una zona donde personas adultas y
jubilados suelen jugar a las cartas y otros juegos de mesa», dijo
Ifrah Dujobani, jefe de Policía en la ciudad. Testigos presenciales
relataron que poco antes de la deflagración vieron salir de la zona
un vehículo del que pudo bajar el terrorista.
«Pasaba por la zona y dirigí la mirada hacia la calle peatonal,
que estaba en la misma calma de siempre. La gente estaba sentada
bajo un toldo donde suelen jugar al dominó y al ajedrez y entonces
se produjo la explosión y todo voló por los aires», relató un
testigo presencial. Inmediatamente después la Policía evacuó la
zona tras descubrir un objeto sospechoso y ante el temor de una
segunda explosión. Este es el segundo atentado suicida que sufre
esa ciudad en las últimas dos semanas, después de otro, el pasado
día 8, en el que murieron 16 israelíes dentro de una sala de
billares.
El atentado suicida se produjo una hora y media después de que
el Ejército israelí matara a cuatro dirigentes palestinos en el
campo de refugiados de Balata, entre ellos a un destacado dirigente
de las Brigadas de Al Aksa en el distrito de Naplusa. No obstante,
fuentes policiales descartaron una relación entre ambos hechos
porque Rishón Letzión se encuentra relativamente lejos de
Cisjordania y se requiere mucho más tiempo para introducir al
suicida hasta esa ciudad. Todo esto sucedió mientras el primer
ministro israelí salvaba su Gobierno. Ariel Sharon, consiguió ayer
la aprobación en el Parlamento de su «Plan de Emergencia
Económica», tras el rechazo de los diputados ultraortodoxos, la
primera vez que un jefe de Gobierno consigue salvarse de las
presiones de los partidos religiosos este país.
El Parlamento (Kneset) israelí aprobó esta mañana en primera
lectura por 65 votos a favor, 26 en contra y siete abstenciones el
plan económico de austeridad, después de que el lunes fuera
rechazado principalmente por la oposición de los ultra-ortodoxos lo
que llevó a Sharon a destituir a cuatro ministros de Shas. Los
ministros de ese partido religioso sefardí, que cuenta con 17
escaños, se abstuvieron en la votación del plan, que prevé recortes
de 3.500 millones de euros en los presupuestos de todos los
Ministerios, y establece una drástica reducción de gastos, el
incremento de impuestos indirectos entre el 17 y 18 por ciento y la
subida del precio de la gasolina.
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