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EFE-PORTO ALEGRE
El Foro Social Mundial concentró ayer sus energías en una interminable lista de debates, seminarios y protestas, en su esfuerzo por hacer sonar su voz en el mundo y contrarrestar a su «antagonista», el Foro Económico Mundial, que al mismo tiempo se lleva a cabo en Davos, Suiza. El planto fuerte de jornada volvió a ser, un día más, la intención de EE UU de atacar Irak.

No hay grandes figuras protagonistas en esta especie de utopía de una semana, donde predomina el colectivismo y la posibilidad de discutir cualquier idea, por muy descabellada que sea.

El flamante presidente brasileño Lula da Silva, la gran figura del encuentro, aseguró que el Foro Social es la mayor victoria de la izquierda latinoamericana y «el mayor acontecimiento político realizado en la historia». Este encuentro, aseguró, ha llevado a la palestra mundial discusiones de temas sociales de los que antes no se ocupaban instituciones como el Foro de Davos, al que se incorporó anoche.