TW
0

EFE-TEHERÀN/BAGDAD
El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Mohamed El Baradei, dijo ayer en Teherán que Irak «todavía no coopera totalmente» con los inspectores de desarme de la ONU, pero insistió en que «la guerra no es inevitable». En una rueda de prensa en Teherán, donde se encuentra de visita, el director del OIEA exigió nuevamente que el Gobierno de Bagdad coopere más respecto a las entrevistas en privado de científicos iraquíes por los inspectores.

El régimen iraquí guarda hasta ahora silencio sobre cual será su decisión, pero en medios políticos iraquíes se espera que cumpla la exigencia, ya que cualquier otra actitud daría motivo para que la ONU justificase un ataque contra Bagdad. Aunque no aludió a los Sumud II, el vicepresidente iraquí, Taha Yasin Ramadan, dijo el viernes que su país está dispuesto a ofrecer «toda la colaboración» a Naciones Unidas, en una intervención tras conocerse el ultimátum. Pese a mostrar en principio cierta resistencia, Irak ha aceptado todas las peticiones que le ha planteado sucesivamente la ONU desde el inicio del proceso de inspección de armas hace casi tres meses.

«Todavía no hemos recibido una total y completa cooperación de Irak, pero esperamos ver una activa colaboración en las próximas semanas», dijo el responsable internacional. El Baradei hizo esta declaración un día después de que el jefe de la Comisión de Inspección, Verificación y Vigilancia de Naciones Unidas (UNMOVIC), Hans Blix, diera a Bagdad una semana para destruir sus misiles «Samud II», cuyo alcance supera los 150 kilómetros.