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EFE-BELGRADO
Cientos de miles de serbios se despidieron ayer en silencio de su primer ministro, Zoran Djindjic, asesinado el miércoles pasado en el centro de Belgrado presuntamente por una banda de mafiosos.

En nombre de las delegaciones extranjeras, Papandreu despidió en el cementerio al primer ministro y prometió que el mundo seguirá apoyando las reformas en Serbia «en los esfuerzos de hacer realidad tus sueños» sobre la democratización, desarrollo y modernización del país y su integración en Europa.

Djindjic fue sepultado en la Alameda de las Grandes Personalidades del Cementerio Nuevo de Belgrado, con los máximos honores estatales, en una ceremonia a la que asistieron la familia del primer ministro, la cúpula política del país y delegaciones extranjeras.

Estuvieron entre otros el titular de la Comisión Europea, Romano Prodi, el jefe de la diplomacia de Grecia y presidente de turno del consejo de ministros de la Unión Europea, Yorgos Papandreu,.

La misa fúnebre fue oficiada hacia el mediodía por el Patriarca Pavle y máximos jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Serbia en la Basílica de San Sava, en presencia de más de 10.000 ciudadanos que lograron entrar en este templo, el mayor del país.

Cientos de miles de ciudadanos dieron posteriormente el último adiós a Djindjic en las calles de Belgrado al acompañar durante una hora la comitiva fúnebre en su camino hacia el cementerio.

Muchos de los ciudadanos concentrados en las aceras en absoluto silencio y con expresión grave, ponían flores por las calles ante el paso de la columna, encabezada por la guardia militar del Estado de Serbia y Montenegro.

Djindjic, que encabezó el Gobierno reformista de Serbia desde la caída del régimen de Slobodan Milosevic, hace dos años, fue asesinado a tiros por unos desconocidos el pasado día 12.

Sus más cercanos colaboradores destacaron su mérito en el desarrollo de la oposición al régimen de Milosevic en la pasada década, en su derrocamiento en octubre de 2000 y en el posterior impulso de las reformas democráticas y la reintegración del país en la comunidad internacional.