Blair admitió ayer que las dudas unionistas sobre el desarme frenan el proceso de paz.

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JAVIER AJA-BELFAST
El líder del Partido Unionista del Ulster (UUP), David Trimble, arrojó ayer un jarro de agua fría sobre el proceso de paz en Irlanda del Norte en un día que se prometía histórico para el futuro de la provincia.

Convocadas ayer las elecciones y confirmado un nuevo desarme del IRA, los primeros ministros del Reino Unido, Tony Blair, e Irlanda, Bertie Ahern, se hallan sin embargo ahora ante el enésimo parón que sufre el proceso norirlandés.

Trimble alegó que el desarme del Ejército Republicano Irlandés (IRA) no ha sido suficientemente transparente, lo que «deja en suspenso» la prevista secuencia de acontecimientos destinada a devolver la autonomía al Ulster.

El líder unionista comunicó en rueda de prensa que se reunirá con los miembros de su partido para examinar lo que calificó como «el fracaso» de la Comisión Internacional Independiente de Desarme para «crear la confianza necesaria» en el proceso de paz.

Un poco antes, el general canadiense John de Chastelain, que preside de la Comisión de Desarme, aseguró que la tercera operación de desarme del IRA había sido la mayor de su historia, si bien no cuantificó el número de armas inutilizadas.

En una comparecencia conjunta ante los medios, tanto Blair como Ahern admitieron que las objeciones del principal partido unionista sobre el desarme del IRA han frenado el proceso de paz en Irlanda del Norte. «Estamos muy, muy cerca de lo que podía ser un día histórico para el Ulster», dijo en rueda de prensa Blair quien, como Ahern, apareció visiblemente frustrado por lo ocurrido.