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FRANCE PRESS-BAGDAD
Dos soldados estadounidenses murieron ayer en un nuevo ataque en Irak, donde la creciente inseguridad ha llevado al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a cerrar sus oficinas en Bagdad y Basora (sur). Asimismo, dos o más fuertes explosiones sucesivas se escucharon anoche en el centro de la capital. Los primeros datos señalaban que había tres personas heridas.

Por otra parte, el CICR decidió cerrar de forma temporal sus sedes en Bagdad y en Basora (sur de Irak) después del atentado contra sus oficinas en la capital iraquí el mes pasado, según anunció en Ginebra un portavoz de la organización. «Hemos decidido cerrar nuestras oficinas en Bagdad y Basora, pero seguiremos presentes en el norte de Irak», declaró este portavoz, Florian Westphal.

Los dos militares fallecieron, y un tercero resultó herido, cuando su vehículo pisó un artefacto explosivo en Faluja, a 50 kilómetros al oeste de Bagdad, según una portavoz militar estadounidense. «Dos de ellos murieron en el acto y otro quedó herido cuando su vehículo militar saltó sobre un artefacto explosivo artesanal», declaró la portavoz.

Asimismo, dos civiles empleados de la coalición resultaron heridos en un ataque con granadas y armas automáticas contra un convoy en Mosul (norte), según informaron testigos presenciales. Según estas fuentes, un grupo de atacantes dispararon contra dos personas que portaban chalecos antibalas y casco, y que circulaban por la ciudad a bordo de dos todoterrenos, después de lo cuál huyeron de la zona en un BMW rojo.

El último ataque tuvo lugar al anochecer, cuando «varios soldados» resultaron heridos y su convoy dañado por la explosión de una bomba colocada junto a la carretera en el centro de Bagdad, según informó el capitán Jonathan Redmond.

El 27 de octubre, un atentado contra la sede del Comité en Bagdad causó doce muertos, entre ellos dos del personal de la Cruz Roja, y 22 heridos. Dos días después de ese ataque, el Comité decidió «reducir su personal internacional» en el lugar, al mismo tiempo que subrayó que no se trataba de una salida del país árabe.

Uno de los peores atentados de los últimos días contra la coalición tuvo lugar el jueves, cuando seis soldados estadounidenses murieron al ser abatido el helicóptero en que viajaban cerca de Tikrit. En respuesta a aquél acto, las fuerzas norteamericanas destruyeron ayer varias granjas abandonadas en la zona donde el aparato cayó derribado y bombardearon la ciudad de Tikrik.