La televisión saudí mostró imágenes de un edificio parcialmente
destruido, mientras que la cadena de televisión qatarí, Al Arabia,
afirmó que en el lugar ha sido encontrado el cadáver del suicida
que perpetró el atentado. Helicópteros de la policía sobrevolaban
la zona del ataque que coincide con una intensa campaña de las
fuerzas de seguridad saudíes contra grupos extremistas islámicos
supuestamente vinculados con la red terrorista Al Qaeda.
La explosión se produjo en la calle Al Washm, en el barrio
céntrico Al Nasiriya, donde también se encuentran las sedes del
ministerio de Asuntos Exteriores y de Información. El Ministerio de
Interior reconoció que se trataba de un atentado suicida y afirmó
que «causó víctimas entre los civiles y las fuerzas de seguridad»,
sin precisar el número.
Sin embargo, testigos y fuentes hospitalarias aseguraron que las
víctimas mortales son al menos diez, incluido un alto oficial de
policía, mientras cifraban los heridos en más de un centenar,
algunos de ellos graves. Según los testigos, más de diez
ambulancias y muchos bomberos acudieron al lugar de la explosión,
donde se produjo un incendio y varios vehículos quedaron
destruidos.
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