Los líderes del Grupo de los Ocho mantuvieron ayer su primera reunión en Virginia (Estados Unidos).

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MACARENA VIDAL-SEA ISLAND
La muestra de unidad del Grupo de los Ocho (G-8) dada con la aprobación unánime de la nueva resolución de la ONU sobre Irak mostró ayer sus primeras grietas, debido al papel que la OTAN debe desempeñar en el país árabe. El presidente de EEUU, George W. Bush, expresó ayer en la cumbre del G-8 que se celebra en Sea Island (Georgia) su deseo de que la Alianza Atlántica desempeñe un papel más amplio en Irak.

Hasta ahora, una quincena de países de la Alianza Atlántica, de un total de 26 miembros, han desplegado tropas en Irak, pero la OTAN se limita a prestar apoyo a la división bajo el mando de Polonia. Pero si Bush esperaba que el consenso alcanzado con la resolución se prolongara hasta Estambul, ayer ya ha sufrido un primer revés. En una rueda de prensa, el presidente francés indicó que «estamos abiertos a cualquier conversación, pero intervenir en Irak no se ajusta al papel de la Alianza».

Pero su colega francés, Jacques Chirac, desestimó en principio esta posibilidad e indicó que sólo la consideraría si el nuevo gobierno iraquí, que debe asumir el poder el 30 de junio, lo solicita de manera expresa. Bush planteó está posibilidad en varias reuniones bilaterales que ha mantenido en Sea Island con los demás líderes del G-8 (Alemania, Canadá, EEUU, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia).

La implicación de la OTAN en Irak fue uno de los asuntos que dominaron su reunión de ayer con el primer ministro británico, Tony Blair, su principal aliado. Bush, visiblemente satisfecho después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara por unanimidad el martes la nueva resolución sobre Irak presentada por EEUU, indicó que varios miembros de la OTAN ya cuentan con tropas en ese país y que espera «ampliar un poco» ese papel.

La Alianza Atlántica «debe implicarse» en Irak, insistió Bush, quien agregó que «trabajaremos con nuestros amigos de la OTAN» para garantizar la permanencia en Irak de los países ya presentes y dar un papel más relevante a la Alianza Atlántica en el país árabe. El presidente de EEUU parecía dispuesto a aprovechar el impulso cobrado con la aprobación de la resolución para mejorar las relaciones con sus aliados europeos y lograr mayores respaldos en Irak cuando la OTAN celebre a finales de mes su cumbre en Estambul.