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FRANCE PRESS-MOSCÚ
La advertencia contra el terrorismo, sobre la que la OTAN no ha querido pronunciarse, coincide con la presentación al presidente Vladimir Putin, por parte del fiscal general ruso, de su informe sobre la toma de rehenes, que no menciona la identidad de los secuestradores ni establece ningún vínculo entre esta tragedia y el conflicto de Chechenia. Mientras tanto, el presidente de Osetia del Norte, Alexander Dzassojov, prometió ayer ante los encolerizados manifestantes la dimisión «en dos días» del gobierno regional.

«En lo que respecta a los ataques preventivos a bases terroristas, haremos todo lo necesario para liquidar las bases terroristas en cualquier región del mundo», declaró el general Baluyevski, citado por Interfax. La elección de los «medios de ataque será determinada por la situación concreta en cada región», agregó el general, quien aclaró que «ello no significa que (Rusia) vaya a efectuar ataques nucleares».

La OTAN no quiso ayer pronunciarse sobre estas palabras, pese a que se produjera justo después de la reunión de Baluyevski con el comandante supremo aliado en Europa (SACEUR), el general estadounidense James L. Jones, en Moscú. «No tengo comentarios que hacer al respecto», manifestó una fuente aliada, quien calificó de «casualidad» que las declaraciones de Baluyevski llegaran después de la reunión con su homólogo estadounidense.

Por su parte, el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, calificó de «comprensible» la advertencia de Rusia de posibles ataques preventivos. «Creo que la reacción por parte del presidente Putin es comprensible», declaró el ministro. «La Carta de Naciones Unidas concede el derecho a la autodefensa y la propia ONU ha aceptado que una amenaza inminente o probable del terrorismo ciertamente autoriza a cualquier país a tomar las acciones apropiadas», precisó.