Crimen de guerra en Irak

PIEDAD VIÑAS-WASHINGTON
Las imágenes, que han dado la vuelta al mundo y amenazan con suscitar un nuevo escándalo sobre el comportamiento de los efectivos militares estadounidenses en Irak, son bastante reveladoras, al igual que las declaraciones grabadas durante el hecho. Un cámara grabó toda la secuencia, ocurrida el pasado sábado en el interior de una mezquita de Faluya que había sido atacada el día anterior y en la que permanecían cinco rebeldes heridos que parecían muertos. Uno del grupo de marines de EEUU que entraron al lugar para inspeccionarlo y comprobar si había sido tomado de nuevo por los rebeldes, comenzó a gritar obscenidades y dijo textualmente: «Se está haciendo el muerto. Este se está haciendo el muerto», a lo que un compañero le contestó dándole la razón: «Sí, parece que respira». El primer marine insistió en que el prisionero simulaba estar muerto y luego se ve a un soldado apuntando su fusil hacia el herido que yace en el piso de la mezquita.

La grabación que mostró la NBC no recoge el momento en que disparó contra el prisionero, pero sí se escucha el disparo y al marine afirmando: «Ahora sí está muerto». La cadena de televisión entregó la parte del vídeo que decidió no difundir a otras emisoras en las que sí puede verse cómo la bala alcanza la parte superior del cuerpo del prisionero, posiblemente la cabeza, y su sangre salpica la pared que hay detrás de él. Pese a todo, las imágenes vistas han provocado la indignación en el mundo árabe. Fuentes de NBC dijeron ayer que fue el Pentágono el que les ordenó a ellos y al resto de las televisiones estadounidenses que no divulgaran la grabación completa y que se aseguraran de que el público no pudiera identificar a los marines implicados. El portavoz de esta misma cadena en Nueva York, Allison Gollust, dijo sin embargo que se cortó la cinta por la «naturaleza tan gráfica» de las imágenes.