Margaret Hassan, directora de la organización humanitaria Care en
Irak, se convirtió ayer, según todos los indicios, en la primera
mujer asesinada por sus captores en Irak y en el segundo ciudadano
del Reino Unido en correr esa suerte. Hassan, de 59 años y que
tenía doble nacionalidad británica e iraquí, fue ejecutada tras
casi un mes de secuestro por un grupo no identificado, según parece
mostrar un vídeo del que tuvo conocimiento su marido, el iraquí
Tahseen Hassan, y que Londres considera «probablemente
auténtico».
El ministro británico de Exteriores, Jack Straw, dijo anoche que
Margaret Hassan «probablemente ha sido asesinada» y consideró
«repugnante un crimen así contra una persona que ha dedicado la
mayor parte de su vida a trabajar por el bien del pueblo iraquí».
Nacida en Dublín, Hassan dedicó la mitad de su vida a aliviar el
sufrimiento de la población de Irak, país en el que vivía desde
hace 30 años y que consideraba su verdadera patria. Desde 1991 era
directora en Bagdad de Care International.
Comprometida y valiente, la cooperante decidió permanecer en
Irak pese a la amenaza de la guerra de 2003 y había expresado
públicamente sus críticas a las sanciones de la ONU contra ese
país. Antes del inicio de la última guerra, Hassan advirtió de una
posible «catástrofe humana» y dijo que «los iraquíes ya están
viviendo una situación de emergencia y no tienen recursos para
afrontar una crisis adicional derivada de una intervención
militar». Las reacciones en Londres y Dublín, tras conocerse la
casi segura muerte de la cooperante, han destacado la crueldad que
supone el asesinato de alguien que dedicó su vida a ayudar a los
iraquíes. El primer ministro británico, Tony Blair, consideró
anoche «detestable» el «cruel» trato que ha sufrido una mujer que
«dedicó muchos años de su vida a ayudar a la población de
Irak».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.