Juan Pablo II observa desde su residencia en el Vaticano una paloma lanzada por niños. La foto es del pasado mes de enero. Foto: MAX ROSSI/REUTERS

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AGENCIAS-CIUDAD DEL VATICANO La muerte del Pontífice fue comunicada a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro, que la han acogido con profundo pesar. La noticia llegó mientras más de 100.000 personas rezaban el Rosario para acompañar al anciano Pontífice en los últimos momentos de su vida. A los pocos minutos comenzaron a repicar a muerto las campanas de la Basílica de San Pedro. El secretario de Estado vaticano, Angelo Sodano, entonó el «De Profundis» y posteriormente recitó una plegaria ante los fieles, muchos de los cuales lloraban.

Los prelados que se encuentran en la escalinata de la Basílica de San Pedro invitaron al silencio para «acompañar al Papa en sus primeros pasos al cielo». La noticia de la muerte fue comunicada en la Plaza de San Pedro a las 22.00 hora local. Tras la muerte de Juan Pablo II, un cónclave de 117 purpurados decidirá quien será el sucesor. El cónclave es la asamblea de los cardenales electores constituida para escoger al Papa y según la última reforma del procedimiento, de 1996, la fórmula de elección es el voto secreto por quórum de dos tercios o bien por mayoría absoluta.

Así lo dispone la Constitución Apostólica «Universi Dominici Gregis» (Todos los de la grey de Dios), cuyo título es «La vacante de la Sede Apostólica y la elección del Romano Pontífice», presentada en El Vaticano el 23 de enero de 1996 y que introduce importantes novedades en el sistema de elección. Esta normativa sustituyó a la Constitución Apostólica Romana «Pontifici Eligendo» de 1 de octubre de 1975, que sirvió para la elección de Juan Pablo I y Juan Pablo II, en agosto y octubre de 1978, respectivamente.