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EFE-LONDRES/PARÍS
El primer ministro británico, Tony Blair, se mostró ayer dispuesto a negociar el llamado 'cheque británico', que obstaculiza un acuerdo sobre los próximos presupuestos comunitarios, si se revisa el sistema de financiación de la Unión Europea (UE). «Si se produce una revisión fundamental de cómo Europa gasta su dinero, entonces, por supuesto, todo está abierto al debate», afirmó Blair tras reunirse con el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, en su residencia oficial del 10 de Downing Street.

Sin embargo, Blair advirtió de que su país no renunciará al cheque, por el que Londres obtiene una devolución financiera anual de unos 4.350 millones de euros de las arcas comunitarias, a menos que se estudie «cómo emplear el dinero en una UE del siglo XXI».

En un rueda de prensa conjunta, el primer ministro afirmó que pedirá un «debate sobre el futuro de Europa y el futuro de la financiación europea» en el Consejo Europeo que se celebrará en Bruselas los próximos 16 y 17 de junio.

En esa cumbre, los jefes de Estado y Gobierno de los Veinticinco intentarán cerrar un acuerdo sobre el marco presupuestario para el periodo 2007-2013, al tiempo que analizarán las consecuencias del rechazo francés y holandés a la Constitución europea.

«El cheque existe por un motivo, que es corregir lo que, de otra manera, sería una distribución del dinero europeo bastante injusta», explicó el mandatario británico.