Una semana después de los atentados fallidos contra el transporte
público de Londres, la policía ha organizado el «mayor despliegue»
de su historia en estaciones de metro y tren con el fin de evitar
nuevos atentados como los del 7-J. La medida es una precaución que
no responde a una amenaza específica y sí pretende dar confianza a
la ciudadanía, así como desalentar a terroristas que puedan estar
planeando una nueva cadena de ataques, afirmó la Policía Británica
de Transporte (BTP).
El comisario jefe de la Policía Metropolitana de Londres (MET), Ian
Blair, advirtió por su parte de que «puede haber más células»
dispuestas a atentar en este país, por lo que no se puede descartar
que los autores de los ataques del día 21 vuelvan a intentar
colocar bombas. «Los terroristas cometieron un error y tuvimos
muchísima suerte. Si esas bombas hubieran estallado, la matanza
habría sido, al menos, como la del 7 de julio», indicó el jefe de
Scotland Yard.
«Se pretende tranquilizar a la población y disuadir a gente que
quiera hacer algo contra el metro. Hay que estar muy vigilantes»,
explicó una portavoz de la BTP. La misma fuente señaló que se trata
del «mayor despliegue» acometido por esa fuerza en estaciones
ferroviarias y del metropolitano, si bien declinó precisar el
número de policías involucrados. De manera muy visible, numerosos
agentes patrullan las estaciones en las bocas del metro y vigilan
atentamente la entrada y salida de usuarios en la red de transporte
metropolitano.
Mientras tanto, agentes antiterroristas seguían interrogando
ayer a uno de los supuestos autores de los atentados del día 21,
Yasin Hassan Omar, un somalí de 24 años que fue detenido el
miércoles en Birmingham junto a otros tres sospechosos. Omar, que
supuestamente puso una bomba en un vagón entre las estaciones de
metro de Oxford Circus y Warren Street, fue arrestado después de
ser inmovilizado por los agentes con una pistola «Taser», que emite
descargas eléctricas.
También están siendo interrogadas tres mujeres que fueron
detenidas el miércoles en Stockwell bajo la sospecha de haber
albergado a alguno de los terroristas implicados en los atentados
de la semana pasada. Esa detenciones se efectuaron cerca de la
estación de metro de Stockwell, que usaron algunos terroristas del
21-J y donde el brasileño Jean Charles de Menezes, murió el pasado
viernes tras ser tiroteado por la policía que le confundió con un
terrorista suicida.
En aplicación de la ley antiterrorista británica, otras nueve
personas fueron detenidas ayer en dos viviendas del barrio de
Tooting, también en el sur de la capital, en conexión con los
atentados frustrados. Seis de esos sospechosos fueron detenidos en
una vivienda, y los tres restantes en otra, indicó Scotland
Yard.
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